Mikaela Testa es una joven australiana de 23 años que es considerada una estrella en la plataforma OnlyFans, donde miles de usuarios pagan por ver -e incluso- interactuar con personas que comercializan contenido erótico.
La modelo se ha transformado en una celebrity luego de desplegar todo su potencial en la red social para adultos, lo cual no la privó de pasar un desagradable momento en el Departamento de Migraciones de Estados Unidos, al intentar ingresar en el país norteamericano.
Teniendo como principal destino la ciudad de Los Ángeles, California, Testa llegó al territorio estadounidense y rápidamente fue detenida por las autoridades de Migraciones, a raíz de una falla accidental en su Sistema Electrónico de Autorización de Viaje.
Lo que tanto temía la modelo acabó sucediendo: fue deportada a Australia. Pero antes de eso, los oficiales del lugar la demoraron durante 30 horas para ser interrogada y examinada por completo. De hecho, la revisión que le realizaron implicaba que se quedara totalmente desnuda frente a un guardia, además de las preguntas de rigor, como su estado financiero, participación en actividades ilegales y vínculos con el país.
«Me registraron toda, tuve que quitarme toda la ropa en una habitación que parecía sacada de una película de guerra, solo había tampones, una tetera y una taza de fideos instantáneos», contó en sus redes sociales respecto de la requisa a fondo que tuvo un detalle en particular.
Al parecer, la chica sexy de OnlyFans quedó deslumbrada por el agente encargado de efectuar los controles habituales de estos casos: «No puedo dejar de pensar en este hombre. Estoy enamorada de él, fue muy amable conmigo. Estuve allí durante días y solo quería verlo y hablar con él», reconoció.
Según la joven, durante ese período de angustia e incertidumbre sufrió el «síndrome de Estocolmo», que refiere a un estado psicológico en el que la víctima de secuestro o persona detenida contra su propia voluntad desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador.
Finalmente, realizó un descargo contra este tipo de metodologías muy propias del país que dirige Joe Biden: «Cuando estás detenido, no tenés derechos. Pueden apoderarse de sus dispositivos para siempre, pueden descargar cualquier cosa. Básicamente te poseen cuando pones un pie en ese país«.